Mira Bien; ¿Qué Ves?
A propuesta de este mes de Ginebra en su blog Variétés El jardín estaba en plena revolución, dalias, gladiolos, rosas y sobre todo amapolas, el colorido saludaba a la primavera y ella respondía con un sol radiante a cielo abierto. Mary ya llevaba dos semanas viviendo en la casa de campo de Luton, donde pasaba las horas entre lecturas, paseos y escribiendo cartas a sus amigas, lejos de la inquisitiva ciudad de Londres, allí se sentía un poco más libre para expresarse. El padre de Mary, Jhon Carpenter, empresario y comerciante, se encontraba la mayor parte del tiempo fuera de Inglaterra, debido a los negocios que realizaba con la importación de porcelana, seda y té desde China. La madre de Mary había muerto hacía cinco años, cuando acudió a Irlanda a cuidar a su padre, que estaba muy enfermo, su marido Jhon aún era un aprendiz sin ingresos en el arte del comercio y la hambruna acabó con sus vidas y con la de la mayoría de irlandeses que no lograron emigran. En sus paseos por el jardín,