DESCABELLADO

 Ginebra nos propone en su blog varietes la siguiente convocatoria

Elegiremos una de las imágenes siguientes; y dejándonos llevar por aquello que  nos inspire, incluiremos un suceso que pueda parecer descabellado, pero que sea un propósito o sueño por cumplir. El resultado de dicho suceso os lo dejo a vosotros.

(Illustration- Francine Van Hove)

"El sencillo placer de no hacer nada"

 

En las nubes, desde pequeñita le decían que siempre estaba en las nubes. En algo tendrían razón pues llevaba dos años ejerciendo de meteoróloga,  todo empezó cuando se tiraba en el parque que hay enfrente a físicas en la complutense, se pasaba horas desnudando los misterios del cielo y luego consultaba las dudas en la biblioteca.

Así era Pira, una chica callada, capaz de pasar horas sin inmutarse colgada del cielo, de la pantalla del ordenador, de un libro o de cualquier otra cosa que se le pasase por la cabeza, por eso en las conversaciones de la cafetería siempre estaba como ausente, incluso durante algún diálogo que le interesaba, solía desconectar la atención cada cierto tiempo.

Cuando salía no solía beber, pero guardaba en casa una caja del vino de su abuelo, en sus visitas a la rioja alavesa desde pequeña, había aprendido a disfrutar de la tradición de la elaboración y de la degustación del buen vino, por eso no soportaba el sabor de la mayoría de los caldos, equilibrados artificialmente, que ofrecían en los bares de la ciudad.

Pira no acudió a pilates aquel sábado 12 de febrero por la tarde, salió de casa con una botella de agua de 1,5 l y un mechero, entró en el edificio de enfrente y a la media hora estaba de vuelta. Como solía hacer en las grandes ocasiones descorchó una botella de vino y se sentó junto a la ventana a esperar a que su obra fuese cogiendo color, nunca había visto el Windsor de un rojo incendiario.