QUÉ SERÁ DE LETE
Esta semana Tracy es la encargada de la convocatoria juevera. Nos pasábamos el día y la noche juntos, entre confidencias que iban más allá de las palabras, cafés que mataban mediodías y cervezas de tardeo que amanecían saliendo de algún antro de proscritos. Sabíamos que cuando nos separábamos, quizá un exceso de añoro o un rechazo a ese mismo sentimiento, impedía que mantuviésemos el contacto, hasta que volvíamos a vernos y todo seguía exactamente como lo habíamos dejado. Lete era la dueña del sofá de nuestro piso, nos sentábamos entorno a ella, en vez de hablar cantaba, sus abrazos eran los más sinceros del planeta, casi nunca estaba seria y se inventaba historias mientras las contaba perjurando que eran verdad. Era imposible no seguirle el juego y acabar contando una burrada tan enorme que no serías capaz de terminarla sin morirte de risa. Las pocas veces que el dolor o la tristeza amenazaban con hacer acto de presencia, se encerraba en su habitación hasta que el peligro pasaba. C...